Wednesday, October 7, 2020

Diversidad biológica marina y propuestas de Áreas Marinas Protegidas en Perú

Desde las primeras observaciones sobre diversidad marina en Perú (comienzos del siglo pasado), la forma del estudio científico ha estado influenciada por esfuerzos independientes, muchas veces desconectados o carentes de continuidad; sin embargo, estos primeros trabajos han contribuido progresivamente al reconocimiento del ecosistema marino peruano como uno de los más importantes en abundancia y diversidad de especies, muchas de estas de importancia comercial.


Desde la década de los años cincuenta y sesenta, la percepción de la diversidad marina (en general) ha estado influenciada y asociada al estudio de algunas especies de importancia comercial; por ejemplo, la anchoveta (Engraulis ringes), cuya pesquería se transformó a la postre en la más importante del mundo y consecuentemente en la más evaluada. No obstante, antes que la pesquería de la anchoveta, una de las especies más explotadas fue el bonito (Sarda chiliensis chiliensis), al igual que en la anchoveta, la propia pesquería permitió conocer poco a poco la diversidad asociada a estos recursos (varias especies de peces, invertebrados). Algo similar ocurrió en otras iniciativas de explotación y aprovechamiento de recursos como las iniciadas por la Compañia Administradora del Guano, encargada de hacer las primeras observaciones sobre otros grupos faunales como las aves guaneras y sus condiciones ambientales.


Producto de este esfuerzo de monitoreo y análisis, también surgió la necesidad de identificar y estudiar las varias otras especies que eran producto incidental de estas pesquerías (tanto a nivel artesanal como industrial). Especies como la lorna (Sciaena deliciosa), el pejerrey (Odonthestes regia regia), el coco (Paralonchurus peruanus), y una larga lista de otras especies como bagres, escualos, invertebrados como la múnida (Pleuroncodes monodon), en años posteriores, fueron estudiadas científicamente en su taxonomía y distribución. Lo mismo se puede decir de la pesquería de la merluza peruana (Merluccius gayi peruanus), pesquería que ha permitido desarrollar significativamente el conocimiento de muchas especies demersales asociadas. 
Al igual que en otras áreas marinas en el mundo, casi siempre es difícil poder asegurar el control total sobre la utilización/explotación de numerosos recursos marinos vivos, tanto en las áreas costeras como en las oceánicas; aún así, existen medidas destinadas a la protección de especies comerciales en particular; por ejemplo, las vedas temporales y espaciales, el control de tallas, porcentajes mínimos de capturas, etc. Aunque en muchos casos esto pueda resultar insuficiente (si consideramos los varios otros aspectos de diversidad que no están contemplados explícitamente en estas medidas), más aún, si agregamos escenarios de incertidumbre producidos por la variabilidad climática y la crisis global de la diversidad marina en general (por múltiples factores), una combinación de alta diversidad y abundancia de recursos ciertamente ha complicado el manejo y administración de los recursos. Una de las posibles soluciones propuestas para varias regiones del océano son las Áreas Marinas Protegidas (AMP).

 

La objeción con las AMP (que resaltaré aquí), tal y como se están planteando en Perú, no son las motivaciones en sí (todos estamos de acuerdo en conocer, estudiar, proteger, administrar/gestionar, etc.), tampoco es la herramienta misma (i.e. el AMP), ni siquiera las áreas marinas propuestas en la costa de Perú, en realidad son las formas y los argumentos (o carencia de los mismos), un aspecto sumamente crítico que desvirtúa la propia iniciativa, y hace un muy flaco favor a la necesidad de mapear correctamente nuestra diversidad marina. Nuestros enfoques sobre diversidad han tenido (y tienen) sesgos basados en el interés humano, la capacidad de analizar taxonómicamente uno o más grupos, reconocerlos e identificarlos, etc. Por otro lado, el tamaño relativo de los organismos también ha sido un factor importante para que determinadas especies sean atendidas en desmedro de otras (y, por lo mismo, las ideas y explicaciones derivadas de este tipo de enfoques han experimentado esta sesgada influencia). Aunque los esfuerzos desde hace décadas por avanzar en este campo del conocimiento han sido importantes, persiste hasta ahora el problema de nuestra falta de precisión para definir, describir, analizar, dimensionar e inferenciar a partir de la diversidad (con mayúsculas) que realmente está ahí, en el ambiente marino. "La diversidad marina", no es solamente corales, tortugas, aves marinas, ballenas, esponjas, peces coloridos, etc.


Lamentablemente, desde hace varios años (en particular en los últimos dos) circulan imprecisiones e incluso afirmaciones falsas o sin fundamento acerca de temas de diversidad; por ejemplo, acerca de la Dorsal de Nazca. Aquí confluyen varios aspectos, uno de estos es que no se debería confundir llegar a un número o porcentaje y creer, como por arte de magia, que ya existe protección y un marco de gestión, manejo y estudio para un ecosistema, no funciona así (el tema merece ser enfocado de una forma muy diferente). En varias redes sociales se difunde tendenciosamente esa idea e incluso se hacen comparaciones con otras áreas marinas cercanas como las que tiene Chile, aunque claramente no se sabe cómo y cuál ha sido el contexto circunstancial por el cual Chile ha llegado a tener mayores extensiones de AMP, o cómo están actualmente tales AMP. Lamentablemente, todo esto desvirtúa una necesidad real que tiene Perú por mapear, estudiar y proteger este y otros tipos de ecosistemas marinos vulnerables y, en cambio, se produce una suerte de reemplazo por la desinformación permanente, o imprecisiones en este campo (que incluye autoridades mencionando que el área citada es importante para el desove de algunas especies costeras […]), también se menciona que hay una gran diversidad marina –aunque realmente no hayan estudios in situ que lo sustenten-, se arguye que es clave para el sostenimiento de algunas especies de importancia comercial, etc.; además, se difunden extraños vídeos que parecen haber sido hechos para cualquier área marina costera de Perú, menos para Dorsal.


Es obvio que existe una fuerte presión por el cumplimiento de determinados objetivos institucionales y también de objetivos nacionales (además, una clara politización del tema); sin embargo, para cualquier ciudadano el fin último en estos casos debe ser siempre la protección de los ecosistemas, su diversidad y aprovechamiento inteligente; es lo concreto, pues las personas y autoridades pasarán. La enorme crisis de la diversidad biológica y los ecosistemas es global y tiene múltiples repercusiones, así que es un tema muy serio sobre el cual es necesario adoptar una posición.
Otra de las afirmaciones que han cobrado fama (desde hace buen tiempo) y es frecuentemente repetida por muchas personas (incluyendo algunos investigadores marinos), es aquello de que la costa norte de Perú alberga el 70% de la diversidad marina del país. Pues lo real es que no existe evidencia científica que demuestre que un sector de la costa albergue tal porcentaje (o cualquier otro), una aseveración de tal magnitud requiere igualmente de una demostración similar en alcance. No la hay. ¿A qué me refiero con “una demostración”? En ciencia, nos regimos por trabajos de investigación que sean evaluados por pares científicos, que pasen por más de un filtro de análisis de diferentes profesionales – neutros-, que se ponga a prueba y se logre demostrar fehacientemente aquello que se afirma o asevera. Se puede hacer una rápida búsqueda en bases de datos académicos como Scopus, Web of Science, revistas científicas nacionales, etc., no hay ningún trabajo que evalúe exhaustivamente la diversidad marina de la costa peruana y que determine que un sector de la costa es más o menos diverso que otro. Lo que más se aproxima es un trabajo (un inventario rápido) de la diversidad marina en Perú de hace ya 17 años atrás.
La confluencia de corrientes en el sector norte de la costa peruana, la cercanía al ecuador, la influencia latitudinal sobre las características ambientales (oceanográficas) y otros procesos asociados a la productividad primaria, ciertamente vuelven a esta sector muy particular en términos de diversidad biológica, y merece ser considerado como un área especial en ese sentido. Sin embargo, eso no implica que sea el único en la costa peruana o el más destacado. 


¿Podría albergar la costa norte de Perú la mayor diversidad de organismos marinos?, pues sí, pero hay que demostrarlo. En tal sentido, este comentario ha apuntado estricta y únicamente al aspecto científico (no tiene otra intención). No hay que aseverar algo que no se ha demostrado con pruebas (aún cuando a muchos les cueste, puesto que se ha extendido demasiado –y aceptado tal cual- el propagandeo acerca de la diversidad, porcentajes que salen de la nada, sobre los cuales no se sabe cómo han sido calculados/estimados, cuáles criterios se han empleado para llegar a tales afirmaciones, o si han recibido el escrutinio de expertos, etc.) Desapercibidamente, todo eso constituyen síntomas dogmáticos, es obvio, sólo se acepta, pero no se pregunta ni se inquiere. Tenemos una necesidad general por más y mejores estudios de diversidad marina, pero eso no implica dejar de señalar aquello que no aporta realmente a estos objetivos, todo lo contrario, esto ayuda a identificar sesgos en las afirmaciones, a solicitar pruebas de aquello que se afirma, incluso hasta evitar personalismos que no se entienden por qué tendrían que marcar la agenda de diversidad marina del país.

Sunday, May 31, 2020

Phylum Gastrotricha.


Monday, March 30, 2020

Polychaetes larvae

Rotifera

Worm, mitosis and crustaceans, a video by *My Microscopic World*


Blackworms

Desert Seas


From surface to seafloor_ WHOI video


Saturday, March 21, 2020

Polychaetes in simbiosis with Octopus

Rhabditidae

Free-living nematodes and potato crops


Aphelenchoides pseudogoodeyi

5th World Conference on Marine Biodiversity, 13-16 December 2020

The Seventh International Congress of Nematology, 8-13 November 2020 - France

Summer Course Nematology, 6 july-14 august, 2020